La modelo y musa del burlesque Dita Von Teese lució el pasado 4 de marzo un vestido de malla de nylon impreso especialmente para un evento celebrado en el hotel Ace de Manhattan y organizado por Shapeways.
El vestido, inspirado en las intrincadas figuras matemáticas de Fibbonaci, fue diseñado por Michael Schmidt y Francisco Bitonti. La impresora con la que se materializó el diseño fue una EOS P350, de Shapeways.
Junto a este evento se desarrolló otro en el que se mostraron joyas y bisutería impresas en 3D. Diseños demasiado intrincados como para ser creados con los medios de fabricación tradicionales, mostrando las posibilidades de la impresión 3D.
La colaboración entre Bitonti y Schmidt se desarrolló de forma virtual y a distancia.
"El vestido fue diseñado en un iPad, perfeccionado a través de Skype, renderizado digitalmente por Bitonti y enviado a Shapeways para la impresión, una empresa totalmente virtual", según Schmidt.
Con las medidas de Von Teese y basandose en el boceto original de Schmidt, Bitonti creó un modelo 3D del vestido que se adapta perfectamente al cuerpo de la modelo. Para ello utilizó Maya, software de diseño de alta gama utilizado en arquitectura, fabricación de productos y películas de animación.
Posteriormente, en Rhino, otro software de diseño que permite una manipulación precisa de la superficie, creó 2.633 anillos independientes que componen el cuerpo del vestido.
Para la impresión utilizaron una EOS P350, imprimiendo un total de17 piezas que fueron montadas manualmente.
"Esto hubiera resultado muy costoso, si no imposible, hacerlo a mano", dice Bitonti. "El trabajo artesanal que requeriría es realizado por la máquina".
De hecho, la industria de la moda es una de las que todavía requiere una importante carga de mano de obra, una de las razones por las cuales aún persisten fábricas de explotación, según Duann Scott, Evangelist Designer en Shapeways.
"Si se acelera el proceso de fabricación y se introducen nuevos materiales, la impresión 3D tiene un enorme potencial para cambiar el mercado de la moda,", asegura Scott.
"Para mi lo más emocionante de la impresión 3D es que se puede aplicar a todas las industrias", dice Bitonti.
Fuente: Wired
lunes, 11 de marzo de 2013
Dita Von Teese luce un vestido impreso en 3D
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